¿Qué es un déficit de accionistas?

Si una empresa incorporada tiene más pasivos que activos en su balance, sus estados financieros mostrarán un déficit de accionistas, también llamado capital contable negativo. Un déficit de accionistas puede ser una señal ominosa para su negocio, aunque el hecho de que exista no significa necesariamente que la empresa se encuentre en una situación financiera desesperada. Todo depende de tus circunstancias.

Ecuación contable

El balance de una empresa ilustra la ecuación contable fundamental: "Activos = Pasivos + Patrimonio". Dicho de otra manera, es "Patrimonio = Activos - Pasivos". En otras palabras, la diferencia entre los activos y pasivos de la empresa es el capital social de los propietarios en la empresa. En teoría, si la empresa vendiera todos sus activos y pagara todas sus facturas pendientes, lo que quedaría para los propietarios sería el capital. Si los pasivos en el balance general exceden los activos, entonces el patrimonio es negativo, un déficit. En el caso de una empresa organizada como una corporación, los propietarios son accionistas, por lo que dicha situación se denomina "déficit de accionistas".

Perdiendo dinero

El capital contable consta de dos elementos: capital aportado y utilidades retenidas. El capital aportado es el dinero que la empresa recibió por vender acciones a los accionistas. Siendo realistas, esta cantidad no será negativa, por lo que si la empresa muestra un déficit de accionistas, será porque las ganancias retenidas muestran un déficit, uno que excede la cantidad de capital aportado. Las ganancias retenidas son la suma total de todas las ganancias y pérdidas que la compañía ha experimentado en su historia, menos los dividendos pagados a los accionistas. Si las utilidades retenidas son negativas, generalmente significa que la empresa ha estado perdiendo dinero, que es la forma en que una empresa termina con pasivos por encima de los activos.

Una mala señal

Un déficit de accionistas puede ser, y a menudo es, una mala señal. Significa que la empresa no solo ha estado perdiendo dinero, sino que ha perdido más dinero del que sus propietarios pusieron en la empresa en primer lugar. Las pérdidas agotan los activos. En el otro lado de la ecuación contable, una empresa que pide prestado dinero para mantenerse a flote termina con pasivos cada vez mayores. A medida que la empresa acumula deuda, tiene que gastar más dinero solo para atender esa deuda, pagando más intereses a tasas más altas, lo que hace que sea cada vez más difícil salir del hoyo. Este es exactamente el tipo de espiral que lleva a una empresa a la quiebra.

La otra cara

Un déficit de accionistas no siempre es un indicador de una ruina inminente. Las empresas emergentes suelen perder dinero durante un tiempo, ya que sientan las bases para el éxito. Una vez que una empresa entra en números negros, puede comenzar a borrar el déficit. Una gran cantidad de deuda puede no ser tan mala como parece si la empresa está generando el flujo de efectivo para pagar cómodamente esa deuda a tiempo o antes de lo previsto. Además, debido a las reglas contables, los principales activos pueden aparecer en el balance general a un valor sustancialmente menor que su valor real, o es posible que no se enumeren en absoluto, lo que sesga la ecuación contable.