Como propietario de un negocio, es posible que se enfrente a la decisión de exigir que sus empleados usen uniformes. Esta es una decisión que no debe tomarse a la ligera, ya que un uniforme probablemente tendrá un impacto en la percepción que el público tiene de su negocio, así como en las actitudes de sus empleados sobre sus trabajos. Varios pros y contras están asociados con los uniformes de los empleados.
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Si su negocio requiere que sus empleados se aventuren en público, un uniforme puede servir como una forma de "valla publicitaria ambulante". Sus uniformes pueden contener el nombre de su empresa, así como su marca y eslogan publicitario para ayudar a los clientes potenciales a identificar su empresa.
Parte del equipo
Los uniformes pueden hacer que sus empleados se sientan parte de un equipo, lo que puede fomentar un sentido de orgullo por sus trabajos y su empresa. Según Victoria Seitz, profesora de marketing de San Bernadino, California, los uniformes pueden hacer que los empleados se "entrelacen" con su empresa, lo que en última instancia conduce a un mayor éxito de la empresa y una mayor lealtad de los empleados.
Imagen profesional
Un uniforme puede dar a sus empleados una apariencia profesional que puede mejorar la imagen de su empresa a los ojos de los clientes. Puede ayudar a desarrollar un sentido de confianza y reconocimiento entre sus clientes, lo cual es especialmente importante en las empresas donde los empleados visitan a los clientes en sus hogares, como instaladores y exterminadores de electrodomésticos.
Obstaculizar el rendimiento
En el lado negativo, un uniforme mal concebido puede obstaculizar el desempeño del empleado. Por ejemplo, un servidor de cócteles o alimentos que debe usar una blusa con mangas onduladas puede entrar accidentalmente en contacto con alimentos o bebidas. Un uniforme hecho de material pesado puede resultar incómodo en climas cálidos, lo que puede limitar la eficacia de los empleados.
Resistencia de los empleados
Otro posible inconveniente de los uniformes es que a los empleados preocupados por la moda puede que no les guste cómo se ven el uniforme, lo que puede hacerlos sentir cohibidos mientras lo usan. Algunos empleados de mentalidad independiente pueden ver el uniforme como un símbolo de control por parte de sus empleadores y pueden resentir tener que usarlo.
Comentarios negativos o groseros
Algunos uniformes pueden fomentar comentarios negativos o groseros de los clientes o del público en general. Es posible que una camarera de cócteles en su bar que deba usar un uniforme provocativo tenga que soportar los comentarios de acoso de los clientes masculinos. Un trabajador que debe usar un atuendo chillón puede ser objeto de burlas o comentarios burlones.