Aunque el dinero es lo primero que me viene a la mente, robar en el lugar de trabajo no se limita necesariamente al dinero en efectivo. Los empleados pueden robar información de propiedad de la empresa y transmitir información confidencial a sus competidores. A menor escala, los empleados pueden robar suministros, propiedades e incluso tiempo de la empresa al realizar asuntos personales en el horario de la empresa. En una pequeña empresa, el robo por parte de un solo empleado puede tener un impacto negativo significativo tanto en la productividad como en el resultado final. Un empleado ladrón no anunciará sus actividades ilegales, por lo que los gerentes deben estar alertas a cualquier señal sospechosa y estar preparados para investigar cuando sea necesario.
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Identifica el dinero o los suministros que faltan. Revise las cuentas, facturas y extractos de la empresa para revelar inconsistencias. Explore otras explicaciones y posibles razones de la discrepancia; no se precipite automáticamente a la conclusión de que un empleado está robando.
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Esté atento a las señales de alerta si no puede identificar de inmediato qué empleado está robando. Según la Administración de Pequeñas Empresas de EE. UU., Los comportamientos a tener en cuenta incluyen una preferencia por llevar el trabajo a casa o trabajar fuera del horario laboral sin supervisión, la renuencia a tomarse un tiempo libre o dejar que otros ayuden con las responsabilidades laborales, para que no se pueda descubrir el robo. - y cambios imprevistos en el comportamiento del empleado.
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Investiga el problema. Entreviste al empleado sospechoso y a otras personas que puedan haber presenciado la actividad. Revise documentos (extractos bancarios, correos electrónicos y registros de cheques, por ejemplo) y use otra información relevante, como registros de tarjetas de acceso, datos del reloj y metraje de las cámaras de seguridad para confirmar sus sospechas. Sea neutral y objetivo mientras recopila los hechos.
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Disciplinar al empleado. Considere todas las circunstancias atenuantes, la gravedad del robo, si el robo fue intencional y la cantidad de deshonestidad involucrada al decidir el nivel de disciplina a imponer. En la mayoría de los casos, es probable que la empresa decida despedir al empleado que roba.
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Recupere la pérdida remitiendo el robo para enjuiciamiento, demandando al empleado, recuperándolo a través de un seguro o una combinación de estos enfoques. Considere alternativas menos costosas al litigio, como un acuerdo de reembolso con el empleado, según la gravedad del problema y la voluntad del empleado para cooperar. Sopese los pros y los contras de las acciones legales. Por ejemplo, exigir a sus empleados que testifiquen ante el tribunal sobre el robo afecta la productividad en esos días, pero también envía un mensaje contundente al personal de que la empresa no tolera el robo por parte de los empleados y procesará el robo con todo el peso de la ley.
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Implementar medidas preventivas para el futuro. Identifique las causas del robo y aumente los controles operativos para evitar el problema. Revise la política y el procedimiento para identificar cualquier debilidad y hacer cumplir un enfoque de tolerancia cero ante el robo y la deshonestidad de los empleados. Considere capacitar a los empleados y rotar sus funciones para que ningún empleado sea responsable de un área operativa.