Un programa de gestión de activos garantiza que los activos de una empresa se utilicen de la manera más eficiente, mejorando su rentabilidad. Aunque es una práctica generalizada por las grandes corporaciones, universidades y agencias gubernamentales, las pequeñas empresas también pueden beneficiarse de los programas de gestión de activos. Un programa de este tipo puede ayudar a las empresas a lograr el mayor beneficio al menor costo mientras maximiza la vida útil de un activo.
Ventajas fisicas
Un programa de administración de activos puede ayudar a los gerentes a comprender el valor de sus inversiones pasadas y presentes. La gerencia a menudo se vuelve más consciente de los activos que posee, cuáles deben actualizarse o reemplazarse, cuánto pueden valer los activos no utilizados y dónde las inversiones pueden ayudar más a la operación.
El programa también puede ayudar en la presupuestación, ya que los gastos de activos a corto y largo plazo generalmente se incluyen en el plan. Un plan de gestión de activos puede resultar beneficioso cuando es necesario decidir si reemplazar, renovar o reparar un activo.
Otros activos
Los activos físicos son la parte más importante de un programa de gestión de activos, pero es necesario incluir otros tipos de activos. Una empresa confía en sus empleados para proporcionar un producto o servicio. Los líderes con conocimientos y experiencia pueden ser importantes; Los empleados motivados que pueden trabajar como un equipo eficiente también son cruciales.
Los activos financieros de la empresa también deben ser considerados en el programa, como los criterios para inversiones de capital y costos operativos estándar. Los activos de información incluyen áreas como la gestión de riesgos, las regulaciones legales y las políticas y objetivos de la empresa. El programa también debe incluir activos intangibles como la imagen pública y la moral de los empleados.
Principios básicos
Una empresa puede obtener el mayor beneficio de un programa de gestión de activos cuando integra todos los aspectos involucrados en el control de activos y sus costos. El programa debe cruzar todas las líneas entre departamentos y disciplinas para centrarse en el valor total. Los gerentes deben utilizar un enfoque sistemático, aplicando estándares de manera estructurada.
Se deben evaluar los riesgos y, si es necesario, se deben encontrar los compromisos que mejor equilibren el riesgo con el rendimiento y el costo. El programa debe permitir a los gerentes examinar los activos en el contexto de su uso y valor para la empresa. Un buen programa de gestión de activos también será sostenible, ayudando a optimizar la vida de los activos considerando los efectos a largo plazo como el impacto ambiental.
Iniciar un programa
Para aquellos que están listos para iniciar un programa para ayudar a controlar el uso y el costo de los activos, hay cinco pasos principales en un plan inicial de administración de activos. El primero es identificar los activos corrientes. Esto incluye no solo identificar los activos que posee y dónde se encuentran, sino también su condición, vida útil esperada y valor.
A continuación, es necesario determinar las capacidades de rendimiento de los activos. En este paso se incluye la determinación de si la capacidad es suficiente para satisfacer la demanda y si los activos corrientes pueden cumplir con las regulaciones gubernamentales. El tercer paso es identificar qué activos son críticos para las operaciones. Examinar cómo podría fallar cada activo crítico, qué tan probable es la falla, las consecuencias si el activo falla y el costo de repararlo o reemplazarlo.
Cuarto, un plan requiere conocimiento de los costos del ciclo de vida de un activo. Esto puede ayudar a determinar si es factible reparar un activo, en lugar de reemplazarlo. Por último, un programa de gestión de activos desarrolla una estrategia de financiación a largo plazo. Saber si será posible mantener los activos puede ayudar a determinar si el precio es óptimo para las operaciones a largo plazo.