Los signos de incompetencia de la administración incluyen la caída de las ganancias, un control de calidad inadecuado y altos niveles de rotación. La incompetencia gerencial preocupa a todas las partes interesadas porque los problemas de ejecución podrían conducir a despidos, lo que es una mala noticia para los empleados, y a la reducción de los precios de las acciones de las empresas públicas, lo cual es una mala noticia para los inversores.
Beneficios decrecientes
Una clara señal de una gestión incompetente es la disminución de las ganancias, que podría ser el resultado de la caída de los ingresos, el aumento de los costos o una combinación. Las ventas generalmente caen cuando los gerentes no pueden posicionar los productos de una empresa de manera efectiva o están desarrollando nuevos productos tarde. Los costos crecientes podrían ser el resultado de controles de costos laxos, excedentes de inventario y una falla en anticipar las necesidades cambiantes de los clientes.
Alto volumen de negocios
Los altos niveles de rotación entre ejecutivos y empleados regulares suelen ser signos de gerentes incompetentes. Por lo general, los empleados no quieren estar en una empresa en la que nadie está a cargo o en una con perspectivas limitadas de avance profesional.
Mala moral
La moral sufre si los líderes no pueden motivar a los empleados. Además, los gerentes incompetentes tienden a no contratar o promover a los candidatos más calificados, lo que puede generar más problemas de desempeño y moral. La mala moral generalmente aumenta la rotación del personal y reduce la productividad y la rentabilidad.
Exceso de seguridad
Algunos gerentes pueden confundir el éxito empresarial accidental con su propia brillantez estratégica, lo que los vuelve demasiado confiados. Empiezan a tomar riesgos que ponen en riesgo sus negocios. Por ejemplo, una empresa puede pedir demasiado inventario basándose en un pronóstico de ventas optimista. Cuando las ventas no se materializan, es posible que la empresa deba liquidar el inventario a precios inferiores a los del mercado.
Control de calidad inadecuado
La mala calidad de los productos y servicios son otros signos de una gestión incompetente. Los ejemplos de control de calidad deficiente incluyen productos defectuosos o dañados, interrupciones frecuentes del servicio, niveles crecientes de devoluciones de productos y quejas de los consumidores en aumento.
Mal servicio al cliente
El servicio al cliente y el control de calidad son cuestiones relacionadas. Si una pequeña empresa vende productos de calidad inferior o proporciona un servicio deficiente, aumentará el volumen de llamadas a sus representantes de servicio al cliente. Es posible que la empresa no tenga suficientes representantes para manejar el aumento del volumen de llamadas, lo que podría significar más clientes enojados.
Artículos agotados
Cuando los clientes no pueden encontrar productos en los estantes de las tiendas, es una señal de que la tienda y la gestión del inventario son incompetentes. Para una empresa de servicios mal administrada, es posible que no haya suficiente personal capacitado para manejar todas las solicitudes de servicio entrantes.
Comunicación ineficaz
El secreto, las señales contradictorias y la negativa a aceptar la realidad son signos de una gestión incompetente. El resultado es que las partes interesadas no están seguras sobre la dirección de una empresa y no pueden confiar en lo que la dirección tiene que decir.
Orientación inconsistente
Los gerentes incompetentes no pueden brindar una guía consistente y realista. Pueden proporcionar previsiones de ingresos y beneficios demasiado optimistas. Si no pueden cumplir con estos pronósticos, las partes interesadas pierden la fe en la gestión. Para las empresas públicas, significa precios de las acciones más bajos.
Cobertura mediática negativa
Es posible que una empresa mal administrada no obtenga cobertura mediática y, cuando lo hace, la cobertura suele ser negativa. Esto podría ser el resultado de una mala relación con la prensa o un historial de proporcionar información incorrecta o incompleta.