Las empresas realizan inversiones como los particulares y quieren saber cuánto pueden esperar ganar con esas inversiones. Asumir un porcentaje específico de crecimiento de la inversión durante un período de tiempo determinado se conoce como suposición de tasa de rendimiento. El supuesto de una tasa de rendimiento razonable depende del tipo de inversión, el rendimiento histórico y factores tales como el entorno económico durante el período de la inversión.
Cálculos de tasa de retorno
Calcular una tasa de rendimiento es un proceso relativamente simple. La fórmula implica dividir la diferencia entre el monto invertido y el valor futuro de la inversión por el monto invertido, luego multiplicar el resultado por 100 para representarlo como un porcentaje. Por ejemplo, una empresa que invierte $ 100,000 en bonos y espera poder venderlos por $ 125,000 en una fecha posterior asume una tasa de rendimiento del 25 por ciento durante el período de tiempo intermedio.
Tipos de inversión
El tipo de inversión que realiza una empresa contribuye en gran medida a determinar cuál es o no un supuesto de tasa de rendimiento razonable. Por ejemplo, una cuenta bancaria o un certificado de depósito pueden tener una tasa de rendimiento inferior al uno por ciento. Sin embargo, una inversión en acciones en una empresa pequeña puede resultar en una tasa de rendimiento del 100 por ciento o más si la empresa experimenta un crecimiento rápido. Los bonos de ahorro del gobierno que duplican su valor durante 20 años tienen una tasa de rendimiento de exactamente el 100 por ciento durante ese período de tiempo predefinido.
Actuaciones pasadas
Una herramienta que utilizan las empresas para hacer suposiciones de tasas de rendimiento razonables es un análisis del rendimiento pasado. Esto se basa en la expectativa de que las inversiones proporcionarán tasas de rendimiento en el futuro similares a las que han producido en el pasado. Por ejemplo, el mercado de valores en su conjunto, o un índice bursátil específico, puede tener una tasa de rendimiento bastante constante, lo que brinda a los inversores comerciales una pauta sobre lo que pueden esperar en el futuro. Asumir rendimientos que están muy por encima de los rendimientos históricos generalmente no es razonable a menos que existan circunstancias especiales, como una burbuja en el mercado de inversión en particular.
Otros factores
Además del desempeño pasado, las empresas pueden confiar en una serie de mediciones para hacer suposiciones razonables sobre las tasas de rendimiento. En los casos de inversiones internas, las empresas deben pronosticar aumentos de ingresos para determinar las tasas de rendimiento. Por ejemplo, invertir en una nueva fábrica puede permitir que la empresa produzca más bienes. Sin embargo, la tasa de rendimiento dependerá de cuántos de esos bienes pueda vender. Por lo tanto, la decisión de construir la fábrica se basa en estimaciones de ventas para los próximos productos, que pueden depender de las encuestas a los clientes, las tendencias del mercado y los planes de las empresas competidoras.