En las pequeñas empresas, es importante poder medir el valor agregado o sustraído por la gestión de una inversión. El flujo de caja residual (RCF) es una forma sencilla de hacer esto. Aprender los conceptos básicos de RCF es necesario para comenzar a usarlo para su negocio, y es crucial que aquellos que eligen usarlo también estén al tanto de los lugares en los que puede fallar.
Conceptos básicos
El flujo de efectivo residual es una medida de la creación de valor de una inversión y también se conoce como valor agregado en efectivo. El flujo de efectivo residual se calcula tomando los flujos de efectivo ajustados netos para el período contable, reportados en un estado de flujo de efectivo y restando el costo de capital. El costo de capital se determina multiplicando la inversión total o el patrimonio por su costo de financiamiento, como una tasa de interés ajustada. Los flujos de efectivo ajustados netos incluyen tanto el flujo de efectivo total para el período como los costos de depreciación (costos de desgaste) e impuestos.
Uso en negocios
El flujo de efectivo residual es útil porque proporciona una evaluación bastante realista y sencilla del tipo de valor en efectivo que un accionista puede esperar a cambio de su capital. Según el contador Matt Evans, "RCF está altamente correlacionado con los precios de las acciones" y las organizaciones interesadas en medir el valor deberían usarlo. Lufthansa Airlines, por ejemplo, utiliza los flujos de efectivo residuales en su informe anual como un indicador clave de su desempeño comercial y proporciona a sus inversores una evaluación detallada de sus objetivos de flujo de efectivo residual.
Inconvenientes
El flujo de efectivo residual es una evaluación útil del valor del negocio, pero como la mayoría de las medidas de desempeño, tiene algunas debilidades. Una es que el flujo de efectivo residual no es particularmente útil al evaluar la calidad relativa de las inversiones, ya que no se puede comparar fácilmente entre diferentes empresas. Otra es que el RCF se basa en el flujo de efectivo, por lo que las acumulaciones (cuentas por pagar y por cobrar) se eliminan de la medición, lo que podría mantener información valiosa para los inversores.
Flujo de caja residual versus valor económico agregado
En la gestión empresarial, el flujo de caja residual se utiliza a menudo como una alternativa al valor económico añadido. EVA es una medida sofisticada que resta un costo de capital ponderado estadísticamente de las ganancias operativas netas después de impuestos para determinar el valor final de la inversión creado o destruido por la administración. El flujo de efectivo residual es significativamente menos complicado de preparar que el valor económico agregado, que requiere complejos ajustes contables para calcular. Según el investigador financiero Fredrik Weissenrieder, el flujo de efectivo residual es un predictor del rendimiento mucho más preciso que el EVA.