Cuando un empleado potencial llega para una entrevista decorado con uno o más tatuajes, es posible que se pregunte si la política de su empresa debe definir cómo y dónde los empleados pueden exhibir arte corporal. Tener una política de tatuajes en su manual de empleados le ayudará a definir claramente la idoneidad del arte corporal en su organización, sin dejar de respetar los parámetros de la ley.
Predominio
Un informe del Pew Research Center de 2010 indica que alrededor del 40 por ciento de los adultos de entre 18 y 29 años tienen un tatuaje, y el 50 por ciento de los que tienen tatuajes tienen más de uno. De los que se tatúan, el 18 por ciento tiene más de seis tatuajes. En comparación, un informe de 2006 indicó que solo el 10 por ciento de los adultos entre 41 y 64 años tienen un tatuaje. La prevalencia del arte corporal en el lugar de trabajo hace que sea necesario comprender si puede regular la apariencia de los tatuajes en su organización.
Resoluciones legales
Los derechos de los empleadores prevalecen sobre el deseo de los empleados de exhibir tatuajes, según un artículo de septiembre de 2008 en el sitio web de la American Bar Association. Si bien el empleado puede disfrutar mostrando imágenes importantes en su cuerpo, los tribunales siempre dictaminan que los empleadores tienen derecho a establecer límites y políticas sobre la cantidad de arte corporal que puede exhibir un empleado. En noviembre de 2006, el caso judicial Robert v. Ward, escuchado en el Tribunal de Apelaciones del Sexto Circuito, encontró que los empleadores pueden imponer políticas de vestimenta y apariencia, incluida la regulación de las exhibiciones de tatuajes, siempre que las políticas se manejen de manera equitativa.
Desarrollo de políticas
Si aún no tiene una política de apariencia que incluya tatuajes corporales, trabajar con su abogado o profesional de recursos humanos lo ayudará a preparar uno que se adapte a las necesidades de su organización. Puede limitar la cantidad de tatuajes que son visibles cuando un empleado trabaja en su organización o prohibir los tatuajes, asumiendo que tiene una razón comercial legalmente defendible para hacerlo. Las razones legítimas para prohibir o limitar los tatuajes en el lugar de trabajo incluyen el nivel de comodidad de sus clientes al tratar con empleados tatuados y la percepción de las empresas con las que tiene relaciones profesionales.
Consideraciones
Antes de finalizar su política, forme un pequeño comité que represente el rango de edad y la población demográfica de su organización para obtener sus opiniones y hacer que los miembros se sientan parte del proceso de toma de decisiones. Aunque puede prohibir legalmente todos los tatuajes, debe considerar la posibilidad de permitir excepciones con fines culturales o religiosos. Si no lo hace, podría ser demandado por presunta discriminación. Comunique claramente la política de apariencia final tanto a los empleados recién contratados como a los existentes para evitar confusiones o malentendidos.