Muchos empleadores administran pruebas previas al empleo para determinar si un solicitante cumple con las calificaciones mínimas para un puesto. Estas pruebas también predicen cómo se desempeñará un solicitante dentro de una función determinada y se comportará en el lugar de trabajo. Algunos empleadores administran pruebas previas al empleo para determinar si un solicitante pasará a la siguiente etapa del proceso de contratación. Otros empleadores administran pruebas después de haber hecho una oferta de empleo.
Evaluaciones ocupacionales
Las evaluaciones ocupacionales miden las habilidades de un solicitante relacionadas con lo que requiere el trabajo y pueden incluir comprensión de lectura, matemáticas, ingreso de datos, procesamiento de textos y servicio al cliente. Los empleadores administran estas pruebas para determinar si el solicitante puede realizar sus tareas laborales con éxito. Por ejemplo, es posible que se requiera que un solicitante administrativo complete una entrada de datos y una prueba previa al empleo de 10 claves porque una gran parte de sus deberes laborales requerirán esas habilidades.
Evaluaciones de personalidad
Algunos empleadores administran pruebas de personalidad para medir varios rasgos de los empleados, como la lealtad, la confiabilidad y las actitudes hacia el trabajo. Estas pruebas predicen la probabilidad de que un empleado se involucre en un comportamiento contraproducente. También miden si un empleado se desempeñará bien en el puesto. Las pruebas de personalidad se administran de diversas formas y los empleadores pueden personalizarlas para que se adapten mejor a las necesidades de la organización. Por ejemplo, si un empleador desea administrar una prueba para medir el enfoque de ventas de un solicitante, la empresa puede diseñar una que requiera que el solicitante elija cómo se comportaría en determinadas situaciones de ventas.
Las evaluaciones físicas
Algunas ocupaciones requieren cierta capacidad física. Antes de contratar a una persona para este tipo de puestos, un empleador puede administrar una evaluación física para determinar si el solicitante cumple con los requisitos físicos mínimos. Por ejemplo, un empleador que contrata para un puesto de almacén puede requerir que un solicitante levante objetos de peso variable y los lleve a cierta distancia. Los puestos de las fuerzas del orden y los servicios de emergencia a menudo requieren pruebas de agilidad física para garantizar que los solicitantes puedan cumplir con las demandas físicas. Estas evaluaciones pueden probar la cantidad de flexiones o abdominales que un solicitante puede hacer en un cierto período de tiempo. También pueden evaluar el acondicionamiento de un solicitante a través de una serie de pruebas de trote o carrera.
Evaluaciones previas al empleo
Muchos empleadores requieren evaluaciones previas al empleo para determinar si un solicitante participa en un comportamiento riesgoso o desfavorable, como el uso de drogas o una actividad delictiva. Los empleadores verifican esta información a través de pruebas de drogas y verificaciones de antecedentes. Si el empleador hace una oferta de empleo, el solicitante debe someterse a una prueba de drogas dentro de un cierto período de tiempo, generalmente 24 horas. El empleador a menudo realiza verificaciones de antecedentes antes de ofrecer un trabajo para verificar el empleo anterior, verificar un arresto o antecedentes penales, determinar el historial crediticio y localizar otra información sobre el historial y el carácter del posible empleado.