Los repetidores inalámbricos y las redes de malla son tecnologías que se pueden utilizar para ampliar la cobertura de la red en un área determinada. Los repetidores inalámbricos funcionan tomando una señal inalámbrica existente y retransmitiéndola, mientras que las redes de malla ven todos los dispositivos de una red conectados directamente a todos los demás dispositivos sin el uso de un enrutador o conmutador central. Los repetidores inalámbricos suelen ser los más adecuados para ampliar el alcance de una pequeña red inalámbrica, mientras que las redes de malla se utilizan a menudo para redes empresariales de alto rendimiento.
Operación
Un repetidor inalámbrico es un dispositivo diseñado para recibir señales inalámbricas y luego retransmitirlas. La principal diferencia entre los repetidores inalámbricos y los enrutadores inalámbricos normales es que los repetidores solo pueden retransmitir señales que ya han recibido, en lugar de generar señales inalámbricas propias. La red de malla, por otro lado, es una forma de diseño de red en lugar de una tecnología específica. En una red de malla, los datos viajan de un dispositivo a otro en saltos cortos hasta que llegan a su destino, en lugar de ser dirigidos por un dispositivo central. Tanto las redes cableadas como las inalámbricas pueden utilizar una topología de malla.
Confiabilidad
La principal ventaja de las redes de malla es su capacidad de recuperación. Las redes de malla no tienen un solo punto de falla, lo que significa que no hay posibilidad de que una falla de dispositivo individual provoque la caída de toda la red. Esto contrasta con las redes normales de tipo concentrador, donde una falla en un enrutador o conmutador central podría cortar grandes partes de la red entre sí. Los repetidores, por otro lado, no aumentan la resiliencia de una red. Si el enrutador o punto de acceso que transmite la señal inalámbrica original deja de funcionar, todos los repetidores de la red se verán afectados.
Escalabilidad
Los repetidores pueden ayudar a escalar una red inalámbrica, aumentando el alcance de la red y asegurando que los dispositivos en el borde de la red aún obtengan un servicio razonable. Simplemente puede agregar más repetidores a medida que la red crece, aunque una señal que se ha repetido varias veces no será tan fuerte como la señal original. Sin embargo, las redes de malla no se escalan bien, ya que cada dispositivo nuevo debe estar conectado a todos los demás dispositivos, un proceso que puede consumir mucho tiempo y dinero.
Complejidad
Las redes de malla son casi siempre más complejas que sus contrapartes de concentradores, y requieren equipos especializados y administradores capacitados para mantener la red en funcionamiento. Esta complejidad influye en el costo total de la red, lo que hace que la configuración y el mantenimiento de las redes en malla sean costosos. Los repetidores inalámbricos, por otro lado, le permiten mantener el diseño de su red razonablemente simple incluso a medida que aumentan las áreas de cobertura de la red, ya que la señal siempre se origina en el mismo enrutador inalámbrico.