El hecho de que haya cerrado una ventana no significa que Windows haya finalizado el proceso. A veces, el sistema operativo mantiene los procesos ejecutándose en segundo plano, de modo que cuando ejecuta una nueva instancia, se abre más rápido. Puede consultar el Administrador de tareas de Windows para ver si un proceso aún se está ejecutando, o puede usar la herramienta gratuita Process Explorer para inspeccionar sus procesos en ejecución e incluso suspenderlos manualmente.
Usando Process Explorer
1
Descargue Process Explorer del sitio web de Windows Sysinternals (enlace en Recursos). Alternativamente, puede ejecutar el programa directamente desde el sitio web.
2
Inspeccione sus procesos en ejecución para ver si alguno se ha suspendido.
3
Haga clic con el botón derecho en una tarea y seleccione "Suspender" para suspenderla. Si desea reiniciar un proceso suspendido, haga clic derecho sobre él y seleccione "Reanudar".
Comprobando el Administrador de tareas
1
Haz clic derecho en la barra de tareas y selecciona "Iniciar el Administrador de tareas". También puede presionar "Shift-Ctrl-Esc" para abrir el Administrador de tareas.
2
Haga clic en la pestaña "Procesos".
3
Examine los procesos enumerados para ver si el en cuestión todavía se está ejecutando. Si no es así, no aparecerá en la lista. Puede ordenar los procesos haciendo clic en un encabezado, como "Nombre".