Cómo lidiar con una persona demasiado sensible en el lugar de trabajo

Las personas altamente sensibles constituyen hasta el 20 por ciento de la población, dice Elaine Aron, autora de "La persona altamente sensible". Esto significa que, estadísticamente hablando, existe una buena posibilidad de que algunos de los trabajadores de cualquier negocio sean muy o demasiado sensibles. Los empleadores no deben ignorar esto, ya que la sensibilidad puede afectar la forma en que un empleado interactúa con sus compañeros de trabajo y se acerca a sus deberes. Aunque ciertamente hay ocasiones en las que es apropiado disciplinar a una persona demasiado sensible, generalmente es mejor tratar a la persona de una manera positiva.

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Evalúa y modifica tu idioma. Las personas muy sensibles pueden leer declaraciones ambiguas o querer desarrollar preguntas retóricas o educadas como "¿Cómo estás?" Evite hacer declaraciones que puedan malinterpretarse. Sea directo y mantenga sus frases breves. Sin embargo, utilice la empatía en sus declaraciones cuando sea posible y baje el volumen de su voz para que la persona sensible deba escucharlo atentamente.

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Dígale a la persona demasiado sensible que sus reacciones exageradas (llorar, gritar y lloriquear, por ejemplo) le dificulta comunicarse con ella y que le gustaría que dejara esas reacciones a un lado para que pueda tener una buena experiencia. conversación significativa.

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Observa el lenguaje corporal de la persona sensible. Pregúntele a la persona sensible si necesita un descanso si parece estresado o molesto.

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Elimine las oportunidades de chismes o rehúse participar en chismes. Las personas demasiado sensibles pueden sentir que los chismosos están hablando de ellos, incluso si este no es el caso.

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Compruebe el entorno de trabajo para ver cuántos elementos estimulantes hay alrededor de la persona sensible. Algunas personas sensibles son sensibles no solo a las personas y los sentimientos, sino también a elementos como la luz, el sonido o incluso las vibraciones. Hable con la persona y averigüe si sería útil realizar pequeños cambios en el entorno.

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Proporcione a la persona sensible tanta información como sea posible. Las personas sensibles quieren conocer las posibilidades disponibles y cuáles son las consecuencias de esas posibilidades. Esto a menudo los convierte en trabajadores innovadores y concienzudos, pero la falta de información puede poner ansioso a un empleado sensible.

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Ofrezca un refuerzo positivo al empleado cuando sea posible y apropiado. A menudo, las personas sensibles necesitan este refuerzo para sentirse seguras en su trabajo y sus relaciones personales.

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Ofrezca a la persona sensible otros recursos que puedan resultarle útiles. Por ejemplo, señale la disponibilidad del consejero de la empresa. Otra opción es prestarle al trabajador sensible un texto sobre algo con lo que está tratando o en lo que tiene interés. Por ejemplo, si la persona está tratando de encontrar pequeñas formas de hacer que su espacio de trabajo se sienta realmente cómodo, puede darle una copia impresa de un artículo sobre el manejo del color y el estado de ánimo, señalando que lo encontró interesante y que ella también podría hacerlo.

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Dígale a otros compañeros de trabajo o sus supervisores que está preparado para tratar con la persona sensible. Esto te hace lucir proactivo y como un solucionador de problemas, lo que la mayoría de las empresas aprecian.

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Reúnase con el empleado y discuta cualquier problema que esté creando su sensibilidad en el lugar de trabajo. Pídale al empleado que colabore con usted en soluciones, pero establezca metas claras de comportamiento, reiterando la política de seguridad y disciplina de la empresa. Hacer cumplir la política de disciplina y seguridad, si es necesario.