El hurto, el robo de productos minoristas por parte de los clientes, es la segunda causa principal de pérdida de inventario para los minoristas detrás del robo por parte de los empleados. El hurto por parte de los clientes tiene una serie de efectos directos e indirectos en una empresa. Minimizar los efectos del robo es un factor importante en la seguridad del comercio minorista, el diseño de la tienda y el servicio al cliente.
Beneficios reducidos
El efecto financiero más directo del hurto en tiendas es que corroe sus ingresos y ganancias. Cada artículo perdido por un ladrón cuesta dinero para que lo compre su tienda, pero no obtiene ingresos por ello. El costo de los bienes aumenta y las grandes cantidades de robos en tiendas afectan gravemente sus márgenes de ganancia o su capacidad para convertir los ingresos en ganancias.
Aumento de precios
A menudo, después del impacto que adquiere su empresa en las ganancias, se produce un aumento de precio en los productos y servicios que ofrece a los clientes. Esta es su única alternativa para abordar la pérdida de inventario, además de sufrir usted mismo un golpe financiero. Para las pequeñas empresas, la necesidad de subir los precios debido a los problemas habituales de robos en tiendas es problemática dadas las desventajas que ya existen frente a las empresas más grandes con más poder adquisitivo.
Medidas de seguridad más estrictas
Cuando las tasas de merma son bajas, todo es color de rosa en un negocio típico. Cuando el hurto es un problema crónico, debe implementar medidas de seguridad más estrictas y ampliar la capacitación en servicio al cliente. El aumento de las medidas de seguridad puede disuadir a los clientes ideales que pueden sentirse culpables por asociación. Las tiendas de conveniencia cerca de las escuelas, por ejemplo, a veces se limitan a limitar la cantidad de niños de la escuela que pueden ingresar a la vez y a tener una política que requiere que los clientes dejen sus maletas en la puerta.
Moral de los empleados
El hurto también tiene una influencia indirecta en la moral de los empleados y la cultura laboral. Los empleados pueden sentir una sensación de paranoia si constantemente escuchan que la tienda tiene un problema de robo. Las medidas negativas que se toman para disuadir los robos en las tiendas pueden obstaculizar los instintos de los empleados hacia una actitud positiva y acogedora con los clientes. Los empleados también pueden sospechar demasiado de los clientes y volverse demasiado entusiastas en sus esfuerzos por proteger el inventario de la tienda.