¿Qué es una recompra de barras?

¿Cómo recompensa a un cliente habitual que gasta mucho dinero en su establecimiento o, alternativamente, cómo cuida el barman a sus amigos y se llena los bolsillos a su costa? En ambos casos, la respuesta puede ser la recompra de un bar, donde el barman recompensa a los clientes proporcionando una bebida en la casa. Si bien es una parte preciada de la cultura de los bares, las recompras excesivas pueden aumentar su responsabilidad y disminuir sus ganancias.

La lealtad tiene sus beneficios

Si se usa correctamente, una recompra de barras puede recompensar a sus mejores clientes y hacer que los clientes habituales se sientan apreciados y regresen. Si un cliente habitual compra un par de bebidas y pide la cena en el bar, servirle esa tercera cerveza y decirle que no hay ningún cargo puede hacer que se sienta apreciado como cliente. También es muy probable que aumente la propina del barman. El primero beneficia a su empresa, el segundo a su empleado. Desea asegurarse de que las recompras logren lo primero junto con lo segundo.

Establecer la política

Si va a permitir recompras, elabore una política de barras para asegurarse de que todos estén en sintonía sobre las reglas y expectativas. Su política podría volver a comprar cada cuarto trago para un cliente, por ejemplo, para entregarlo a discreción del cantinero. Esto recompensa a los buenos clientes y permite que el cantinero evite una recompra a los grandes bebedores que se comportan de manera rebelde o parecen ser atendidos en exceso. Otra política podría ser que cada recompra debe ingresarse en el sistema, por lo que hay un registro de la transacción. Eso no le contará toda la historia sobre quién obtiene las recompras, pero proporcionará datos sobre la frecuencia con la que se entregan.

Riesgos y cultura

Un peligro de las recompras es si un cliente sobre atendido se pone al volante y lesiona a otros oa sí mismo en un incidente de conducción ebrio. Los camareros deben ejercer discreción sobre cómo y cuándo ejercer la recompra. Por ejemplo, si se encuentra en un lugar al que los clientes tienen que conducir, no ofrezca recompras en la última llamada y sea muy consciente de cuánto ya han tenido.

Confiar pero verificar

A menos que esté revisando su inventario constantemente, sus bartenders literalmente pueden desperdiciar sus ganancias. Un sistema de gestión de inventario en el punto de venta puede mostrarle qué licores se están agotando más rápido de lo esperado y si algunos turnos están regalando más bebidas que otros. También es una señal de advertencia temprana para el robo de los empleados, lo que indica qué empleados podrían estar cobrando a los clientes por las bebidas y guardándose el efectivo. Los compradores secretos también se pueden utilizar para recopilar evidencia anecdótica sobre recompras, particularmente aquellos que visitan con frecuencia y se convierten en clientes habituales.