El concepto de ética es muy complejo. Como dijo una vez el investigador tecnológico y empresario Valdemar W. Stezer, "la ética no es definible ... porque no es consciente; involucra no solo nuestro pensamiento, sino también nuestro sentimiento". La ética, u obligación moral, guía las decisiones humanas en muchos ámbitos, incluso en el lugar de trabajo. Cuando un individuo actúa como empleado, existen ciertas obligaciones éticas que tiene hacia su empleador que deberían guiar su toma de decisiones e impactar sus acciones.
Finalización del trabajo
Cuando los empleadores realizan ciertos controles a los empleados, a menudo completando evaluaciones periódicas y otros controles de desempeño laboral, los gerentes no pueden vigilar a todos los empleados al mismo tiempo. Si bien algunos empleados optan por poner menos esfuerzo en su trabajo cuando no están siendo observados, están obligados éticamente a esforzarse al 100 por ciento en su trabajo en todo momento.
Honestidad
Los empleados éticos son siempre honestos, brindan constantemente información veraz a sus empleadores y, al hacerlo, ayudan al empleador a tomar decisiones informadas. Permanecer sincero sin falta puede presentar un desafío, particularmente cuando presentar una pequeña mentira piadosa ayudaría a una persona a avanzar dentro de su posición actual; sin embargo, la honestidad no solo es la mejor política, sino que también es el camino moralmente correcto en el que todos los empleados deben permanecer.
Uso de dinero
En el mundo de los negocios, las transacciones monetarias son muy comunes, lo que presenta la oportunidad para que los empleados con motivos desagradables asignen fondos incorrectamente. Si bien la oportunidad de sacar provecho de algo de dinero fácil es demasiado tentadora para que algunos trabajadores se resistan, los empleados éticos usan el dinero de manera responsable y en consonancia con la política de la empresa, incluso cuando saben que no se detectará un mal uso monetario.
Conflicto de intereses
Cuando un individuo es empleado de más de una empresa simultáneamente, pueden surgir conflictos de intereses. Algunas empresas prohíben específicamente a los empleados trabajar con empresas competidoras o de otra forma que pueda presentar un conflicto de intereses. Incluso cuando esta prohibición no esté en vigor, los empleados con una ética sólida deben evitar estos conflictos de intereses. Al hacerlo, pueden asegurarse de que su relación con su empresa actual se mantenga sólida y de que su reputación como empresarios permanezca intachable.