Una computadora genera la imagen que ve en el monitor en un tamaño específico, que se llama "resolución". Las imágenes de alta resolución son más claras y de aspecto más limpio, pero sus elementos parecen más pequeños. En ciertos casos, la computadora puede emitir la imagen con una resolución demasiado alta para que el monitor se muestre correctamente. Si esto sucede, solo podrá ver una pequeña parte del escritorio, y será enorme, lo que hará que sea prácticamente imposible hacer su trabajo.
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Haga clic con el botón derecho en un área vacía del escritorio y seleccione "Resolución de pantalla" en el menú. Puede que tenga que mover un icono dependiendo de qué parte del escritorio esté visible. Se abrirá la ventana del Panel de control de resolución de pantalla. Si no puede verlo, presione "Alt-Espacio", toque la tecla "Flecha hacia abajo" cuatro veces y presione "Enter" para maximizar la ventana.
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Haga clic en el cuadro de lista desplegable "Resolución" y seleccione una resolución que admita su monitor. Si una de las resoluciones enumeradas dice "recomendada" junto a ella, elija esa. De lo contrario, 1024 x 768 es una apuesta segura hasta que pueda visitar el sitio web del fabricante del monitor para averiguar qué resolución se recomienda.
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Haga clic en "Aplicar". La pantalla parpadeará cuando la computadora cambie a la nueva resolución. Si la pantalla se vuelve negra, espere 15 segundos y volverá a la resolución anterior.
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Haga clic en "Conservar cambios", luego haga clic en "Aceptar".