Uno de los equipos más útiles y costosos que puede adquirir para su oficina es una fotocopiadora. Las versiones más grandes y profesionales pueden costar miles de dólares, y la reparación y el mantenimiento también pueden resultar costosos. Para evitar llamadas innecesarias al departamento de servicio de su fabricante para reparaciones, puede seguir algunas técnicas de mantenimiento simples para mantener su copiadora limpia y funcionando, ahorrándole algo de dinero a su negocio y ahorrándole algunos dolores de cabeza.
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Utilice productos de calidad. El uso de papel de mayor calidad reducirá los restos de papel, el polvo y las virutas dentro de la impresora y reducirá la necesidad de mantenimiento interno. Asegúrese de que el papel se almacene en un lugar seco y nunca se inserte sucio o mojado. Cargue siempre el papel correctamente, de modo que no sea forzado hacia la bandeja de papel o el alimentador.
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Limpie el cristal de la fotocopiadora con regularidad. Puede hacerlo con un paño simple no abrasivo ligeramente humedecido con limpiacristales. No rocíe directamente sobre el vidrio. Además, al escanear documentos, quite todas las grapas, clips u otros objetos metálicos para reducir el riesgo de rayar el cristal.
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Mantenga el polvo y la suciedad del cabezal del cartucho de tinta. Siguiendo las instrucciones del fabricante para el acceso a los cartuchos, debe limpiar regularmente el polvo de la boquilla de tinta con un bastoncillo de algodón pequeño humedecido con agua o alcohol isopropílico.
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Limpiar el polvo de la máquina. Esto incluye desempolvar tanto el interior como el exterior. Un pincel pequeño de pelo fino será suficiente para desempolvar las partes internas de la máquina, incluidas las bandejas de papel, la ubicación de los cartuchos de tinta o cualquier otro espacio al que no se acceda regularmente durante el uso.