Las empresas que buscan expandirse pueden enfrentar el dilema de construir sus propias unidades o optar por la franquicia. Con este último proceso, la empresa vende los derechos para operar unidades individuales a empresarios a cambio de un porcentaje de las ventas de la unidad. Las franquicias y la construcción de unidades propiedad de la empresa ofrecen ciertas ventajas y desventajas.
Crecimiento rápido
Si el objetivo es hacer crecer una cadena lo más rápido posible, es probable que la franquicia sea la mejor opción. Debido a que el franquiciado está proporcionando el capital necesario para abrir nuevas unidades, la empresa no tiene que aportar los fondos por su cuenta. Siempre que la empresa pueda localizar franquiciados adecuados que puedan asegurar el financiamiento, es concebible que pueda expandir la operación a varias áreas geográficas diferentes a la vez en lugar de implementar un enfoque de una unidad a la vez.
Propietarios motivados
La franquicia también ofrece la ventaja de tener propietarios motivados que están ansiosos por obtener ganancias. Debido a que los propietarios de las unidades están invirtiendo su propio dinero, también corren el riesgo de perder su inversión si no operan de manera eficiente. Por otro lado, las unidades de propiedad de la empresa generalmente son administradas por empleados que no invierten su propio dinero. Si los gerentes no son recompensados adecuadamente por el desempeño de la unidad, su motivación puede no ser tan fuerte.
Mantener el control
Si el objetivo es mantener el mayor control posible sobre el funcionamiento de las unidades, la mejor opción es conservar la propiedad de la empresa. Aunque los franquiciados generalmente deben seguir los procedimientos operativos del franquiciador, las unidades son propiedad de empresarios y no de la empresa. El franquiciado es en última instancia responsable de las ganancias y pérdidas, por lo que puede decidir implementar cambios por su cuenta sin notificar al franquiciador. Es posible que los cambios tengan un efecto negativo en la marca de la empresa.
Mantener todos los beneficios
Al operar tiendas propiedad de la empresa, las ganancias permanecen en la empresa y no tienen que compartirse con propietarios externos. Con la franquicia, los propietarios de la unidad se quedan con las ganancias que generan y solo deben pagar la tarifa inicial de la franquicia, así como un porcentaje relativamente pequeño de las ventas de la unidad en forma de regalías al franquiciador. Si la empresa no puede encontrar suficientes franquiciados calificados, puede tener dificultades para beneficiarse del proceso de franquicia.